En nuestra cultura es común escuchar a nuestros padres corregir nuestra postura,  sobre todo en las jovencitas. Todos podemos recordar a nuestra abuelita diciendo: ¡Siéntense derecho!.  Esto no ocurre por casualidad, desarrollar curvas en la columna vertebral es bastante común.

La escoliosis se puede definir como la perdida del balance vertical de la columna, produciendo una deformidad que se percibe como una joroba en la espalda.  Más comúnmente se percibe como un desbalance, ya bien sea en los hombros o en las caderas.  Esta condición aunque puede ocurrir en la infancia es más común en la adolescencia en las féminas.  El  80% de la escoliosis idiopática del adolescente ocurre en niñas.  La meta debe ser detectarla y tratarla a tiempo pues es posible tratarla no quirúrgicamente y no tener que llegar a la cirugía.  

Cuando el paciente le queda mucho por crecer y la curva es de menos de 30 grados, se puede tratar con una abrazadera que detiene la progresión de la curva.  Lamentablemente en Puerto Rico no existe un programa de cernimiento en las escuelas que permita detectarla a tiempo.  Cuando la curva progresa por encima de los 40 grados es necesario tratarla quirúrgicamente.  La cirugía va dirigida a fusionar la columna y no permitir progresión  de la deformidad.  Así que es importante observar cambios en el balance de la columna y consultar a un ortopeda inmediatamente.  El profesional de la salud llamado a tratar esta condición lo es el cirujano ortopeda.  

Como Ortopeda Pediátrico me toca tratar estas lesiones además de las deformidades congénitas de la columna, caderas y pies, lesiones.

El autor de este artículo es el Dr. Onix Reyes Martínez cirujano ortopeda pediátrico. Para más información, llame al 787-884-5600.

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